Por Tanya Bernal
Director: Nathan Grossman
Género: Documental
Año: 2020
El año pasado la joven Greta Thunberg, de origen Sueco, desató diversas polémicas tras sus distintos discursos en torno al cambio climático. Su discurso en muy poco tiempo logró darle la vuelta al mundo y despertó distintas opiniones por parte de los grandes dirigentes de distintos países. Por esta razón este documental se vuelve relevante pues nos da una mirada más cercana de la joven y como es que a su corta edad tiene que lidiar con esta responsabilidad de ser vocera del movimiento ambientalista.
Es un hecho que tener la mirada de todo el mundo sobre una joven que exige a los líderes mundiales acciones para poder tener esperanza en cuanto a la situación ambiental actual, no solo la ha llevado a formar parte de paneles de de talla internacional, sino que también han despertado diversas críticas por lo radical que puede ser su discurso.
Lo que destaca de la película es que nos invita a hacer diversas reflexiones en torno a lo que ocurre con los líderes de opinión, todo el poder que les otorgamos y las responsabilidades que les adjudicamos, dejando a los movimientos tambaleando en la banalidad consecuencia de la línea tan delgada entre el fanatismo y el realmente sumar a una causa, en este caso el movimiento ambientalista.
En su generalidad podemos entender como los movimientos se anclan a distintos rostros para posicionarse, toman fuerza y también gracias a ellos es que puede ser o no efervescente su apogeo según la convicción y congruencia de sus voceros.
Es oportuno mostrar a Greta como alguien que es consciente de esto, que al vivir con Asperger, no le es fácil lidiar con tanta atención y presión ejercida por las multitudes, sin embargo, sabe que es necesario. Se enfrenta a importantes reuniones a las cuales puede ir y tener voz o eso en apariencia, pues es evidente que es tratada con condescendencia y no lograr que lo acordado se concrete en acciones. De igual manera se muestra constantemente incómoda con el hecho de que confundan el seguirla con realmente sumarse a la causa.
Aunque la conversación en torno a Greta se llega a anclar entre sí es inspiradora o caprichosa, la realidad es que más allá de la portadora del discurso, el cambio climático es un problema que se sigue ignorando y el tiempo sigue corriendo, por lo que simpaticemos o no con ella, es nuestra obligación cuestionarnos si estamos comprometidos con una vida mucho más sostenible y sustentable para el planeta.
Si tienes interés en disfrutar de este documental no dudes hacerlo en las distintas salas de cine con todas las medidas necesarias desde este 5 de noviembre.
Trailer "Yo soy Greta Thunberg"